Dentro del programa de clases colectivas que nos ofrecen los gimnasios la mayoría incluye las de step, ya que son una forma de trabajar el cardio, la fuerza y la resistencia. Pero estas clases tienen la ventaja de que al hacerse con música resultan muy amenas y divertidas, y diluyen el efecto del esfuerzo. En este post te vamos a dar algunas claves de la música en el step.
La música en las clases de step
Las clases de step son puro ritmo y la intensidad va a venir determinada por la música. Por eso a la hora de planificar las sesiones hay que pensar tanto en la duración de la clase (suele estar en torno a los 45 minutos), como a la intensidad que se le quiere dar.
La música lo es todo en las clases. La coreografía parte a partir del ritmo que suena en los altavoces. En el vídeo que os hemos puesto podéis encontrar un ejemplo de un sesión tipo, música disco o dance, la más habitual en las clases de step.

Hasta los más reacios a escuchar este tipo de música se van a dejar arrastrar por el ritmo y es que la combinación de música y deporte sólo puede dar buenos réditos. Por eso cuando se planifica una clase de step, tan importantes son los ejercicios en sí como la música.
Y como no se sabe qué fue primero, si el huevo o la gallina, para las clases de step vamos a usar el dicho para intentar llegar a discernir qué es más importante, el ejercicio en sí o la música que lo acompaña.
Seguro que a este respecto hay tantas opiniones como personas. Pero la realidad es que música y coreografía hacen un tándem en las clases de step, de tal manera que una no se puede entender sin la otra ni la otra sin la una.